Primeros Auxilios

Primeros Auxilios

Cómo proporcionar los primeros auxilios

  • Compórtese tranquilo y sereno; actuando con calma ordenaremos mucho mejor nuestras ideas y actuaremos mejor.
  • Mande a llamar a un médico o a una ambulancia; recuerde que debe llevar consigo los teléfonos de emergencia.
  • Aleje a los curiosos; además de viciar el ambiente con sus comentarios pueden inquietar más al lesionado.
  • Siempre deberá darle prioridad a las lesiones que pongan en peligro la vida., a saber: hemorragias, ausencia de pulso y/o respiración, envenenamiento y conmoción o shock
  • Examine al lesionado; revise si tiene pulso, si respira y cómo lo hace, si el conducto respiratorio (nariz o boca) no está obstruido por secreciones, la lengua u objetos extraños; observe si sangra, si tienen movimientos convulsivos, entre otros. Si está consciente interróguelo sobre las molestias que pueda tener.
  • Coloque al paciente en posición cómoda; manténgalo abrigado, no le de café, ni alcohol, ni le permita que fume.
  • No levante a la persona a menos que sea estrictamente necesario o si se sospecha de alguna fractura.
  • No le ponga alcohol en ninguna parte del cuerpo;
  • No darle líquidos o en todo caso darle agua caliente.
  • Prevenga el shock.
  • Controle la hemorragia si la hay.
  • Mantenga la respiración del herido.
  • Evite el pánico.
  • Inspire confianza.
  • Mucho sentido común.
  • No haga más de lo que sea necesario, hasta que llegue la ayuda profesional.
  • ¿Cómo controlar los reflejos?

    • Observe si la pupila se contrae al inducir un rayo de luz sobre ella.
    • Pellizque o pinche la parte interna del brazo o pierna, la cual debe moverse como respuesta.

    ¿Cómo verificar que el paciente respira?

    • Acerque su oído a la nariz del lesionado, para oír y sentir el aliento.
    • Si es posible, coloque su mano bajo el tórax para sentir el movimiento.
    • El número de respiraciones normales es de 15 a 20 por minuto.

    ¿Cómo tomar el pulso?

    • Se colocan dos dedos en las alterias de la muñeca o del cuello.
    • Deben sentirse aproximadamente 60 a 80 latidos por minuto en adultos, 100 a 120 en niños, y 140 en recién nacidos.